Podría parecer que Maluma anda más metido en aparecer como invitado en temas ajenos que en publicar los suyos. Sin ir más lejos, a sus recientes apariciones en el álbum «latino» de Black Eyed Peas o en el remix del hit ‘Djadja’ de la francesa Aya Kakamura, el suyo es uno más de la extensa colección de featurings (y que incluye nombres tan inesperados como Snoop Dogg) que aparece en el disco que publica hoy Yandel, ‘Quien contra mi 2’. Pero no, el colombiano no se ha olvidado de su propia carrera en solitario y hoy, con la salida de su nuevo single, anuncia la próxima publicación a lo largo de este año de un nuevo álbum titulado ‘Papi Juancho’. Mantendría así la frecuencia de lanzamientos largos anuales establecida con ‘F.A.M.E.‘ (2018) y ‘11:11‘ (2019).
Entendemos que en ese curro, del que solo se conoce el título de momento, podrían entrar singles recientes como ‘Qué chimba’ y el baladesco (aunque luego se reveló una «versión urbana») ‘ADMV‘. Pero el que estará seguro es ‘Hawái’, la canción que presenta hoy con un vídeo de factura cinematográfica: el renombrado realizador de videoclips dominicano Jessy Terrero es el responsable de una historia de ruptura, añoranza y venganza entre sexo y coches y mansiones de lujo, como no podía ser de otra manera, pero añadiendo una boda con dudas a la combinación.
Es, en cualquier caso, la traslación bastante literal de una letra que habla de cómo a Maluma le ha dejado su novia para irse con otro tío más aparente, que la lleva a unos viajes (a Hawaii, obvio) que quedan muy bien en el Insta. Pero, claro, el otro no le da lo que él, you know? Más allá del subtexto, que es lo de menos, al amigo de Madonna le ha salido una buena diana melódica, envuelta por The Rude Boyz por un trasfondo bastante más sutil y elegante de lo conocido en el género, aproximándose sin contemplaciones al pop. No nos entra la más mínima duda de que en breve se sumará a la asfixiante colección de canciones pre, post o sub-reggaetoneras que puebla la lista de éxitos gaitas.
Róisín Murphy anunció su esperado nuevo disco, ‘Róisín Machine’, que será bailable pues de hecho incluye algunos de los hits disco-funk que la cantante irlandesa ha presentado en los últimos tiempos, como el gran ‘Murphy’s Law’, sobre el que teníamos oportunidad de hablar con su productor, Richard Barratt; ‘Incapable‘ (una de las mejores canciones de 2019 para medios como Pitchfork) o ‘Narcissus‘. Y lo de «últimos tiempos» va más lejos todavía, pues ‘Simulation’, editado en 2012, y ‘Jealousy’, editado en 2015, abren y cierran el largo, respectivamente, no se sabe si en versiones nuevas o tal cual ya las conocíamos. Esto significa que, para cuando salga mañana viernes el nuevo single del disco, ‘Something More’, ya habrás escuchado exactamente la mitad de este ‘Róisín Machine’ que sale el 25 de septiembre.
‘Róisín Machine’ (gran título) será el sucesor de ‘Take Her Up to Monto‘, el hasta ahora último álbum de estudio publicado por la ex integrante de Moloko. Antes llegó el aclamado ‘Hairless Toys‘, que en 2015 obtenía una nominación al Mercury Prize, pero para que este viera la luz hubieron de pasar 8 años, ya que el disco anterior de la cantante, ‘Overpowered’, data de 2007. Es posiblemente el álbum más querido de la artista a pesar de representar una rara avis en su catálogo, que definitivamente ha tomado la dirección experimental de su excelente debut de 2005, ‘Ruby Blue‘.
Entre su último largo y el siguiente, Róisín sí publicó una saga de temas house-pop producidos por Maurice Falton, como ‘Plaything‘, ‘Jacuzzi Rollercoaster’ o ‘The Rumble’, que pasaban bastante desapercibidos quizá debido a su sonido demasiado idiosincrático y totalmente foráneo a los requisitos de las playlists, pero que ella nunca dejó de defender a capa y espada. ¿Serían hasta visionarios o más bien todo lo contrario?
1. Simulation 2. Kingdom of Ends 3. Something More 4. Shellfish Mademoiselle 5. Incapable 6. We Got Together 7. Murphy’s Law 8. Game Changer 9. Narcissus 10. Jealousy
‘folklore‘ de Taylor Swift es el Disco de la Semana. En los próximos días reseñaremos ‘Fearless’ y ‘Speak Now’, los dos álbumes de Taylor que aún no han pasado por nuestras páginas, pero hoy miraremos en aquellos artistas, discos, sonidos.. que vienen a la mente al escuchar (y leer) el que puede ser el mejor trabajo de la artista de Tennessee.
DeYarmond Edison / Silent Signs
Para cuando Taylor Swift publicó su exitoso debut en el año 2006, auspiciado por el éxito del single ‘Tim McGraw’, Deyarmon Edison ya era historia. Se trata de la banda por la que pasó brevemente Justin Vernon de Bon Iver antes de refugiarse en una cabaña a grabar ‘For Emma, Forever Ago’. La formación, integrada a su vez por miembros a la postre de Megafaun y Field Report, editó un disco en 2005 llamado ‘Silent Signs’ compuesto por 12 bonitas piezas de folk-rock que reflejan el espíritu contemplativo de ‘folklore’, y cuyos títulos -ATENCIÓN- ya estaban escritos en minúscula (!!!).
Lost in the Trees / All Alone in an Empty House
El público se rió de Justin Timberlake cuando sacó un disco llamado ‘Man of the Woods‘ que incluía títulos como «suministros», «franela», «la brisa del estanque» o «viviendo de la tierra»… apenas como metáforas de otras cosas. El papel folki de Taylor es mucho más genuino pues ella viene del country , pero este tipo de obviedades también se han extendido al mundo del folk: existe un grupo llamado Lost in the Trees que ha editado canciones como ‘Walk Around the Lake’, ‘Wooden Walls of this Forest Church’ o ‘Fireplace’ que no habrían desentonado del todo en ‘folklore’.
Joanna Newsom / Have One on Me
Al oír ‘the great american dynasty’ es imposible no pensar en ‘Have On on Me‘, el álbum triple de Joanna Newsom publicado en 2010, y cuyo corte titular contaba la historia de otra gran señora digna de admirar, la bailarina exótica Lola Montez, quien llegara a ser amante del Rey Luis I de Baviera y moriría en la más absoluta de las miserias. Rebekah Harkness, la mecenas de la que habla uno de los mejores temas de ‘folklore’, corrió mejor suerte, pero en cualquier caso, tanto la bailarina irlandesa como la también compositora y escultora estadounidense han servido de musas para sus respectivas autoras, llegando a ofrecer un reflejo de las dos. Por ‘Have One On Me’ también desfilan varios personajes como Barba Azul, el bandolero Dick Turpin y su inseparable caballo, u herreros y pescadores.
The National / I Am Easy to Find
The National es un nombre fundamental para entender ‘folklore’, ya que Aaron Dessner, uno de sus integrantes, es co-autor de 11 de las 17 pistas que lo conforman (18 si contamos el bonus track ‘the lakes’). Aaron ha hablado maravillas sobre su colaboración con la artista durante el confinamiento, y la firma de The National es absolutamente perceptible en muchas canciones del largo, como ‘cardigan’. En concreto, los pianos y arreglos orquestales de ‘folklore’ rememoran a los de trabajos como ‘I Am Easy to Find‘, hasta el punto que este podría haber sido una inspiración directa en el álbum de Taylor, pues es el más reciente publicado por el grupo estadounidense.
Joni Michell / Court and Spark
¿Recordáis cuando se rumoeaba que Taylor Swift iba a interpretar a Joni Mitchell en un biopic sobre la autora de ‘Blue’? Nosotros menos. Pero la sensibilidad de Joni está presente en ‘folklore’ al menos en uno de sus temas más folkis, ‘peace’, ya que en palabras de Aaron Dessner, este es uno de los cortes del álbum que mejor representan la versatilidad de Taylor como compositora: «ella puede hacer de todo, y ‘peace’ no es más que una línea de bajo armonizada con un pulso y un zumbido, sobre la que Taylor básicamente ha escrito una canción de amor de Joni Mitchell». ¿Qué disco de Joni recomendar, por tanto? Obviamente no el más experimental (eso lo dejamos para Fiona Apple) sino el más vendido, ‘Court and Spark’.
Red House Painters / Red House Painters
El sonido calmo, contemplativo y otoñal de Red House Painters ha sido todo un precedente para grupos como The xx o Cigarettes After Sex aunque haya sido de manera involuntaria. Estos adjetivos son perfectos para describir prácticamente todas las canciones de ‘folklore’ a pesar de no ser un disco de guitarras eléctricas, sino más bien de guitarras acústicas y pianos. Pero al fondo de composiciones como ‘Katy Song’ o ‘Cruise’ no es tan diferente al de ‘illicit afairs’ o ‘this is me trying’. Claramente un indicador de hacia adónde podría ir el sonido de Taylor Swift en el futuro.
Lene Marlin / Another Day
Puestos a hablar de discos que suenan un poco como ‘folklore’, por qué no recordar el segundo de esta cantante noruega que un vez también fue estrella del pop. Conocida por el hit ‘Sitting Down Here’, Lene Marlin editó un segundo álbum de pop sombrío, lúgubre y aletargado por el que asomaban influencias del post-punk y el pop de guitarras alternativo de los años 90. No pudo dar con la canción exacta a la que me recuerdan ‘mirrorball’ (¿dónde he escuchado esa batería apenas audible?) y ‘this is me trying’, pero lo seguro es que me llevan a este trabajo de melodías y atmósferas tan evocadoras como las de ‘You Weren’t There’, ‘From this Day’ o el corte titular. Un álbum ya olvidado, injustamente.
Waxahatchee / Saint Cloud
Antes que Taylor, Waxahatchee ya había protagonizado su propia reinvención en un ‘Saint Cloud‘ que también nos enamoraba por su búsqueda de la canción emocionante y sencilla. Canciones como ‘Fire’ podrían haber sido firmadas por Taylor perfectamente, mientras los arreglos de ‘Saint Cloud’ forman un bonito fondo ante el que se crecen las maravillosas composiciones de Wachipichi, que no se quitan de mirar a la música country, como hace Taylor en ‘betty’.
Hoy Billie Eilish sorprendía a todos a finales de la pasada semana anunciando la publicación de algo titulado ‘My Future’ este jueves, 30 de julio. A primera vista parecía ser una nueva canción de la gran nueva estrella del pop mundial. O eso queríamos asumir la prensa musical y fans de todo el mundo de la jovencísima –el pasado diciembre cumplía los 18 años– artista californiana. Lo comunicaba con su primera publicación en redes sociales en más de un mes: una foto de ella misma subida a la azotea de un edificio en su Los Ángeles natal, ataviada con un chandal gris y una mascarilla anti-Covid de color negro. Y, días después, ha venido a confirmarlo mostrando una imagen que parece su portada: un dibujo de ella de espaldas sentada y mirando la luna llena. También ha confirmado la hora del lanzamiento del jueves: 4:00 PM, hora del Pacífico. Es decir, ya la 1:00 AM del viernes en Europa.
Hay cierta esperanza de que estemos ante el primer adelanto de su segundo disco tras el exitoso y celebrado ‘WHEN WE ALL FALL ASLEEP, WHERE DO WE GO?‘, su álbum debut. Al frustrarse su segunda gira mundial, que comenzó a desarrollar pero hubo de ser cancelada a causa de la pandemia de Covid-19, quizá haya tenido tiempo de evolucionar junto a su hermano FINNEAS en la creación de ese tan ansiado nuevo trabajo.
No podemos afirmar que haya dado pistas en sus redes sociales, que ha dedicado en los últimos meses sobre todo a apoyar el movimiento Black Lives Matter. Y no parece que ‘My Future’ se trate, dado el silencio de la barcelonesa, de ese single con Rosalía que, cuando esta avanzaba ‘TKN’ –single con Travis Scott–, decía tener a punto. En cambio, ese segundo trabajo era una realidad desde finales de 2019, haciéndose público entre premio y premio que tanto ella como su hermano –co-autor y productor principal de su música– estaban inmersos en él. No sería descabellado pensar, por tanto, que vea la luz de cara a un 2021 en el que se confía que pueda retomar su tour –de manera oficiosa, un medio generalista la daba por confirmada en la edición de Mad Cool 2021, después de que se hubiera pospuesto la edición de este año en la que ejercía de gran reclamo junto con Taylor Swift–. O incluso este mismo año, quién sabe. ¿Os imagináis que se hace, precisamente, un Taylor Swift? ¿Por qué no soñar?
En todo caso, ‘My Future’ no será la única canción que publica Eilish publicaba tras el lanzamiento de su álbum debut. A finales de 2019 lanzaba la preciosa ‘everything i wanted‘, que se convertía en otro gran éxito para Billie y Finneas –al que, por cierto, iba dedicada la canción–: sus streamings superan hoy ampliamente los de singles tan celebrados como ‘ocean eyes’ o ‘wish you were gay’, mostrando además cierta madurez en su sonido. En ese momento hablaba de dos singles post-disco, pero no era hasta varios meses después, ya en 2020, que conocíamos otra canción.
Hablamos de ‘No Time to Die’, tema principal para la banda sonora de la nueva película de la franquicia James Bond, ‘007: sin tiempo para morir’. Un papel para el que Billie parecía la idónea tanto por su papel preponderante en la industria musical como por su capacidad para el dramatismo y la oscuridad. En ese sentido, ‘No Time to Die‘ no decepcionaba, y sacaba buen partido de los espectaculares arreglos orquestales del oscarizado Hans Zimmer, sabiendo mantener el tono clásico de los temas Bond sin renunciar a su personalidad –Finneas continuaba dando su pátina característica a la producción–. De hecho, el tema comenzó haciendo muy buenas cifras de streaming, pero que obviamente se desinfló al detenerse la maquinaria promocional del film cuando estalló la crisis del coronavirus, se cerraron las salas de cine y se paralizó su estreno –ahora mismo se prevé para el día 12 de noviembre–.
En última instancia, como decíamos, Billie daba los primeros conciertos de una nueva gira, con nueva escenografía y repertorio, justo cuando en Europa comenzaban a preocupar los contagios de Covid-19 en Italia, y al extenderse a EEUU, se veía forzada a cancelar todos los conciertos previstos. En ellos era muy sonado un interludio en el que, a través de un vídeo, la joven O’Connell abordaba las críticas hacia su cuerpo. Muchos internautas habían hecho –de manera repugnante, añado– comentarios sobre su figura a causa de la ropa holgada que acostumbra a lucir, precisamente debido a las inseguridades que sufría por las reseñas. En el vídeo titulado ‘Not My Responsibility’, que hace pocas semanas subía íntegramente a su perfil oficial de Youtube, hace frente a esos comentarios mientras se despoja de prendas hasta quedarse frente a la cámara en ropa interior.
Denise Johnson, una de las voces femeninas más reconocibles de ‘Screamadelica‘, el influyente tercer álbum de Primal Scream, publicado en 1991, ha muerto a la edad de 54 años por causas desconocidas.
Nacida en Manchester, Denise Johnson fue corista de Primal Scream de 1991 a 1995, llegando a interpretar canciones tan conocidas del grupo como ‘Don’t Fight It, Feel It’ o ‘Higher than the Sun’. Johnson llegó a integrarse en la formación de directo de la banda compuesta por Bobby Gillespie, Andrew Innes y Robert Young recomendada por Tony Martin de Hypnotone cuando este se encontraba trabajando en el entonces no publicado ‘Screamadelica’, y de hecho llegó a cantar la canción de 10 minutos que daba título al álbum, pero que al final no fue publicada en el mismo, sino un año más tarde en el EP ‘Dixie-Narco’.
Johnson también cantó con la banda de post-punk A Certain Ratio, con Pet Shop Boys y con Electronic, la banda de Bernard Sumner y Johnny Marr, entre otros; y este mismo año, el día 25 de setiembre, publicaba su debut en solitario, un álbum llamado ‘Where Does it Go?’ compuesto por temas originales y versiones de gente como New Order, The Smiths o 10cc. A principios de este año moría otro nombre involucrado en ‘Screamadelica’, el productor Andrew Weatherall, a causa de una embolia pulmonar.
Dua Lipa confirmó lo que hasta ahora solo era un rumor, su colaboración con Madonna. Se trata de un remix de ‘Levitating’ que contará también con la rapera Missy Elliott y la productora The Blessed Madonna, quien, conocida por sus estupendos remixes para gente como Robyn, acaba de ser noticia por cambiarse el nombre. La presencia de The Blessed Madonna en el remix de ‘Levitating’ da a entender que es de hecho su productora. La canción sale el 14 de agosto. Así lo ha anunciado la autora de ‘Future Nostalgia’ en sus redes, apuntando que los «sueños se cumplen».
El día llegó. Esta madrugada -una hora menos en Canarias- ha aparecido en el canal de J Balvin de Youtube la colaboración que se ha marcado junto a Dua Lipa y Bad Bunny y que se ha conocido durante estos últimos meses como «Plateado», pues era el nombre con el que había sido registrada.
Se trata de una canción en Spanglish en la que comienza cantando Dua Lipa primera estrofa y estribillo, para dar luego lugar a J Balvin en la segunda estrofa. Bad Bunny aparece en último lugar finalmente para merenderse su parte: «Y yo voy a que te beso de nuevo en London / O si no en Marbella / Encima de la arena viendo las estrellas / Yo sé que ni las olas han borrado mi huella / Pero tu pichaera es lo que me atropella». Precisamente sorprende que el tema esté en el canal de J Balvin, pues es quien parece pasar más desapercibido en este tema, un poco perdido en la parte más desagradecida de la composición, la central. Cosa que, ojo, no pasaba precisamente en ‘Despacito’ cuando entraba Daddy Yankee.
Sin embargo, si por algo destaca ‘Un día’ es por su atípica producción. El ritmo característico del reggaetón está ahí, pero llaman mucho la atención una serie de teclados y sintetizadores muy poco frecuentes en el género que nos llevan hacia la electrónica de Moby en ‘Play’ o incluso una banda de synth-pop o dream pop, de Beach House a Apparat. Es ese fondo la baza más exquisita de la canción, y no en vano Tainy ha sido acreditado como «featuring» dado su peso. Según los créditos visibles en Tidal, la producción corresponde a J Balvin y a Tainy y pese a que este no llega a decir «esta boca es mía», se ha considerado su participación y su trabajo en la ingeniería de la grabación suficientes como para otorgar un «featuring». Por algo será.
El chaval detrás de ‘Safaera’, ‘Yo perreo sola’, ‘Callaíta’ o ‘I Like It’ de Cardi B logra así un ápice de la visibilidad de los tres artistas principales… y de Úrsula Corberó. Convertida en estrella mundial dado su protagonismo en ‘La casa de papel’, la actriz es la protagonista de este vídeo típico de la era «covid», ciertamente «plateado», perfecto desde su soledad para hablarnos de una ruptura. Y ojo porque hay que recordar que esto es un sueño hecho verdad para Bad Bunny: es tan monitor de ‘La casa de papel’ que la serie ya ha aparecido un par de veces en sus letras.
Georgia: «Chicago y Detroit empezaron una revolución, fue la música de la clase trabajadora»
Georgia ha publicado uno de los primeros discos que escuchar en este 2020, el recomendado ‘Seeking Thrills‘, nuestro «Disco de la Semana». Se trata de un álbum que se refugia en la pista de baile porque el «dance es la música hecha por y para el pueblo». La artista acudía a Madrid el pasado mes de noviembre como parte de una ronda promocional para hablar de este álbum, del Brexit o de sintetizadores en los años 80. La artista es menuda pero determinada: no en vano esa misma noche la veremos cantar junto a su homólogo Alexis Taylor en el concierto de Hot Chip. Georgia, que ofrece una conversación muy interesante, es uno de los mayores reclamos internacionales del murciano Warm Up, junto a Kraftwerk, Hot Chip, Modeselektor, Johnny Marr o Dorian Electra.
¿Qué te ha llevado a hacer un disco tan distinto al primero? Luego del primer disco, sabía exactamente lo que tenía que hacer en un segundo disco. En cuanto salió el primero, hice la gira, pero en lo que estaba pensando era en volver al estudio para encontrar una dirección artística, un objetivo. Mi mayor preocupación sobre el primer álbum es que el disco no era accesible. Tuvo buenas críticas, pero era duro de escuchar para la gente, había demasiadas ideas en el conjunto total. En este quería dar un paso atrás y concentrarme en una sola idea, y que mi voz fuera el principal personaje. En el primero la voz está enterrada entre un montón de cosas, y en este está en el centro del escenario. La simple idea de tener un objetivo ya lo hace diferente al primer disco. También he hecho un viaje en lo personal: dejé de beber, me hice vegana, dejé de tomar gluten… He mantenido una rutina, hago ejercicio, voy al estudio, estoy 7 horas, luego me voy a casa… Ahora es como un trabajo de verdad. Creo que como consecuencia de esa rutina, las canciones son muy disciplinadas, están más concentradas, son más directas.
Tengo muchas preguntas de repente… ¿Entonces te ha influido lo que la gente pensaba de tu debut a la hora de elaborar este disco? Y por eso es más pop… Totalmente, sí, me he obsesionado mucho con el pop de los 80, Depeche Mode, Kate Bush… Sobre todo artistas de Reino Unido. También he explorado las raíces de música como el house de Chicago y el techno de Detroit, y en cómo ha influido en gente como Madonna. Me he concentrado en la música pop, pero sobre todo en los 80, en la era analógica, en las producciones… Y dirías que todo eso no estaba en el primer álbum. No. Entonces no sabía muy bien dónde ir, era una combinación de diversas cosas.
Percibo la influencia del pop de los 80, pero el disco es más pop o electro que house o techno, ¿no? Tal vez debería decir más bien que me he concentrado en los inicios del techno, cuando era electro, cosas como Cybotron o Juan Atkins. Es muy 80’s y menos como techno oscuro. Por ejemplo el vocoder en el estribillo de ‘About Work the Dancefloor’ viene de la música techno, de sus códigos en las voces. En cuanto al house de Chicago me refiero a como empezó en los 80’s: Frankie Knuckles, Larry Heard… Hablamos de canciones. No como el house o el French house: he ido a los orígenes. Eso inspiró todo lo que hay en el disco y he usado ese tipo de tecnología de la época, los 909’s, los 808’s, los 101’s, sintetizadores de los 80… Todo lo que oyes en este disco es analógico, hemos usado una mesa donde The Cure mezclaron ‘Disintegration’, y cosas así. Por eso suena tan ochentero.
¿Ha sido un largo camino de comprar en internet o documentándote? De comprar en internet, y de trabajar con un mezclador, Mark Ralph, que me ha ayudado a dar forma a los sonidos con todo el equipamiento. Alquilamos 909’s… me compré cosas de los 80, el SH909, me han prestado cosas…
«Todo lo que oyes en este disco es analógico, hemos usado una mesa donde The Cure mezclaron ‘Disintegration’, y cosas así. Por eso suena tan ochentero»
¿Te has documentado bastante o te ha venido de manera natural? Ha sido de manera muy natural, no sé si sabes que mi padre estuvo en un grupo de dance, por lo que las cajas de ritmo me resultan muy familiares. Mi habitación de pequeña literalmente era el estudio de Leftfield. He crecido entre cajas de ritmos y sintetizadores. Así que todo viene de manera natural. Son los sonidos que me emocionan, me resultan familiares.
¿Te gustaban Leftfield de adolescente? Mi madre, que está aquí, de hecho, la he traído conmigo, me llevaba a conciertos de Leftfield, a raves, veía a miles de personas, y pensaba: «¿qué está pasando aquí?». Me fascinaba. Es increíble. Estoy muy orgullosa de mi historia musical, de que mi padre hiciera música tan increíble. La música dance es una de la músicas más importantes porque es la música de la gente y para la gente. Me siento muy orgullosa.
«Mi habitación de pequeña literalmente era el estudio de Leftfield»
¿Por qué lo dices con tanto énfasis? Porque creo que mucha gente antes era elitista, tenías que vestir de una forma. Si pareces un punk eres un punk, en el mundo del arte en Reino Unido si te gustaban Roxy Music, tenías que vestir de cierta forma. Y cuando llegó la música house… no tenías que ser de ninguna manera. Todo el mundo está a gusto. El énfasis es la pista de baile, y ese mensaje se extendió en Reino Unido entre la gente trabajadora, cuando se estaban destruyendo pueblos. En los 80 estaba Margaret Thatcher, la gente perdía sus trabajos. Chicago y Detroit empezaron una revolución en la mente de la gente, y se convirtió en la música de la clase trabajadora, protegiendo la vida de la gente. Cuando la gente iba a las raves, no habían experimentado cosas así. Cuando estás en un colectivo así con gente tan diferente y conoces por ejemplo a un científico, se te ocurre que igual te podías ir a Manchester para ser abogado. Cambió la vida de mucha gente, que empezó a pensar que podía ser alguien.
No eres ese tipo de hija que reniega de la vida de sus padres… A veces (risas)
Ni que lo que hace de alguna forma es una reacción… No, no…
«Dejé de beber, me hice vegana, dejé de tomar gluten, hago ejercicio, voy al estudio, estoy 7 horas… Como consecuencia de esa rutina, las canciones son más disciplinadas»
Has dicho que te has hecho vegana, que no comes gluten, y que no bebes. ¿Qué ha pasado? Sí bebo, pero es diferente. Antes tenía un problema, tenía una personalidad adicta. Después del primer disco, no creo que supiera cómo «beber sofisticadamente». Mi relación con el alcohol era beber hasta estar muy mal. Sobre todo cuando estaba cerca de los 20, aunque bebía desde antes. Después del primer disco, mis padres se separaron, saqué un disco, tenía un sello, pasaron demasiadas cosas… y me refugié en beber y salir. Tomar drogas. Lo que fuera. Cuando hice el disco, la bebida era muy visible en mi vida cuando estaba con amigos y familiares y me dijeron: «Tienes que parar». Fui a grupos de rehabilitación, dejé de beber durante 2 años solo para reparar mi relación con el alcohol, y ahora siento que puedo disfrutar de un vaso de vino sin pensar que necesito toda la botella.
¿Lo relacionas con la industria musical? Sí, creo que sí. Empecé como batería de sesión, y tenía como una necesidad. En toda la música siempre hay una idea de exceso. Si vas a hacer algo, que sea a tope. Sí. En definitiva, sí.
«No sé si es así en Madrid, pero en Londres sentimos que el resto de la gente del país está enfadada y sufriendo. La gente no aprecia una cosa sobre Londres, y es que piensan que vivimos en un burbuja. Y es verdad (…) pero sí sentimos el dolor del país»
En las líricas del disco, hay cosas, pero a veces no son demasiado concretas sobre relaciones o sobre la vida. Tengo la sensación de que la segunda parte es más política, por ‘Ultimate Sailor’, ‘Feel It’, ‘Ray Guns’… Quizá sí. No soy una artista política, pero obviamente me interesa, me preocupa, sobre todo con todo lo que ha pasado en mi país. Ha habido una sensación de inseguridad durante dos años, tres… este disco se hizo a través del Brexit (risas). No ha sido consciente pero quizá sí inconsciente. No sé si es así en Madrid, pero en Londres sentimos que el resto de la gente del país está enfadada y sufriendo. La gente no aprecia una cosa sobre Londres, y es que piensan que vivimos en un burbuja. Y es verdad: vivimos en esa ciudad capitalista que se mueve ridículamente rápido, no sabes ni dónde estás o cuándo te vas. Pero sí sentimos el dolor del país y en todo el Brexit, y durante todo el camino que se ha seguido, Londres ha pasado y está pasando por muchos problemas. Como londinense, como persona de la comunidad, sientes ciertas cosas, y eso está en las letras de alguna manera. No de manera consciente.
Pero no hay una canción principal… No es un disco conceptual. Es una colección de canciones que quieren empoderar al oyente para que haga ciertas cosas, para que salga y busque pequeños placeres, pequeñas «emociones».
‘About Work the Dancefloor’ me inspira irme a una discoteca a bailar. ¡Eso es, exactamente!
He leído que has estado de clubs por Berlín, pero no sé si ha sido en Berghain exactamente. ’24 Hours’ está hecha después de pasar 24 horas en Berghain (risas). Y ‘About Work the Dancefloor’ es una combinación de cosas, de varios clubs y de lo que te decía de volver a mis raíces, al house de Chicago y el techno de Detroit. He tenido momentos de estos de escapismo, de ser transportada, es algo muy importante. Sé que es un cliché, que no soy la primera en darse cuenta, pero estar sobria en estas fiestas supone darte cuenta de lo importante que es todo esto para la gente. Escapar es un fenómeno tan increíble… quiero entender mejor cómo funciona. Por eso la pista de baile es el tema principal de este disco; si hay un tema principal, es ese.
«¿Es Billie Eilish pop, una rapera, una emo…? No puedes definirla: así son los artistas que me gustan»
Otra vez, no visitaste otros sitios de pop en Berlín. Hablamos de Berghain. Creo que vivimos en una era en la que la música pop está mezclando géneros, tomando cosas de diferentes tipos de lugares. Por eso salen artistas como Billie Eilish, que no puedes definir, ¿es pop, es una rapera, es una emo…? No puedes definirla, sabes que es una artista de música pop porque es mainstream. Así son los artistas que me gustan. El hecho de que no puedas decir «esto es techno», «esto es lo otro», es lo que lo convierte en un pop diferente.
En ‘Started Out’ hablas de «wicked young fools». ¿Estás siendo ironica? (risas) Quería decir que en la vida somos tontos, a veces somos malvados, y a veces somos lo suficientemente valientes para ser de una manera y otra. De nuevo es para empoderar al oyente. Quizá tenga sentido que todos seamos atrevidos y valientes.
Billie Eilish y Lorde creo que tienen el discurso de «somos jóvenes pero no tontas». Creía que ibas por ahí. Bueno, quizá. Somos tontos muchas veces, pero eso es lo que nos hace personas vulnerables y frágiles. Quizá significa ser joven, sí.
Bueno, aún somos pavos cuando tenemos 30 o 40 años… Exactamente (risas).
Háblame de las baladas del disco, de ‘Ultimate Sailor’ o ‘Till I Own It’. Esa es una de mis favoritas. Son de mis favoritas. Cuando oyes ‘Hounds of Love’ de Kate Bush hay momentos de espacio y respiración. Era muy importante para mí dejar un espacio para que mi voz tomara protagonismo. Me gusta por ejemplo Luther Vandross (sonríe). No estaba tan interesada en sus grandes baladas como en algunas cosas más underground que hizo, realmente muy bonitas. Hay belleza en la oscuridad. Quería hacer un disco que tuviera giros y sorpresas, y esas canciones dan un giro, quería que hubiera cosas más tranquilas.
¿Cómo es que hiciste el vídeo de ‘About Work the Dancefloor’ en Madrid? Porque el director era español (NYSU).
Lo sé, ¿pero por qué has trabajado con él? ¿Era la primera vez que venías? No. Vine mucho con mis padres a Alicante, a Jávea, he venido a Madrid seis o siete veces. El director vivía aquí, estaba familiarizado con el estudio, y en este caso lo más fácil es que yo viniera a rodarlo, en lugar de trasladar a todo el equipo.
Anoche actuaba Kate Tempest, hoy actúan Hot Chip en Madrid. No tengo muy claro qué haces por aquí. Subiré al escenario con Hot Chip. No pude ver anoche a Kate Tempest porque el vuelo se retrasó, así que me lo perdí. Es una pena porque toqué la batería con ella, pero es una de las cosas de estar de gira, que siempre te pierdes cosas así. La conozco desde niña porque es una amiga de mi familia, es una inspiración y está petando ahora mismo.
Me ha sorprendido que no la nominaran al Mercury… Bueno, pero ya lo logró dos veces seguidas, así que un año fuera está OK. Ya volverá con el siguiente (risas).
Ellie Goulding arriba a su cuarto disco, el que considera un retorno a su esencia. La cantante ha arrasado en los últimos tiempos con una retahíla de hits que ya le hubiera gustado haberse agenciado a algunos de sus coétaneos y coétaneas, desde Lily Allen a Sam Sparro pasando por La Roux o Marina, pero dice no haber disfrutado este éxito porque no lo sha sentido auténtico. De hecho no recuerda ‘Delirium‘ con demasiado cariño: «Me empujaron hacia esa dirección y admito que fui un poco débil», ha dicho. «Hice lo que otra gente pensaba que debería hacer. Fue una época en mi vida en que me sentía muy vulnerable y no confiaba en mi propio instinto».
‘Brightest Blue’, el nuevo álbum de Ellie Goulding, es su intento por que la gente vuelva a verla como compositora, pero la trampa es que es doble, y además del disco principal contiene un segundo CD al que Ellie llama «cara b» en el que encontramos sus macrohits (en streaming) recientes. Ella dice que esta cara b representa el alter ego de esa «supermujer» que a veces le gustaría ser, pero obviamente estas «grandes grabaciones americanas» con las que Ellie supuestamente tan poco se identifica están ahí para sumar streamings y nada más, lo que contribuye a no tomarse este disco tan en serio como a su autora le gustaría, a pesar de que la primera parte, la «verdadera», sí suena más enfocada de lo que lo hacía aquel ‘Delirium’ tan excesivo y destartalado, publicado hace ya cinco años.
Como si Ellie pensara que sonar vulnerable y auténtica pasa necesariamente por no hacer música bailable, ‘Brightest Blue’ es básicamente un disco de baladas. Y si por sus palabras parece que ha querido hacer un trabajo digno de una nominación al Mercury Prize, malas noticias: este es más bien un disco digno de los BRITs, sin que eso sea malo per se. Porque Ellie sabe hacer buenas baladas y en ‘Brightest Blue’ las hay estupendas: ‘Start’, que empieza ya lanzando un posible mensaje a la industria («no puedes ni empezar a imaginar la magia que tenía antes de que la mataras»), es envolvente, hipnótica y conmovedora, gracias en parte a la inconfundible firma de serpentwithfeet, que aparece como artista invitado; y ‘Woman’, que cuenta entre sus co-autores al enigmático Tobias Jesso Jr, es una de las más clásicas y emocionales en su reflexión sobre la madurez. Por otro lado, ‘Flux’, también a piano, es un baladón hecho para poner los pelos de punta en cualquier gala de premios futura.
El resto de ‘Brightest Blue’ navega varios estilos bien cohesionados en conjunto. Contra todo pronóstico, ‘Power‘ se ha revelado como un «grower» gracias a su embriagador sonido de tintes industriales, que suena a medio camino entre ‘Army of Me’ de Björk (una de las mayores influencias de Ellie) y ‘Be the One’ de Dua Lipa, de la que calca el estribillo; mientras ‘Love I’m Given’ sería un buen single de Rag’N’Bone Man o incluso de Alabama Shakes si estos trabajaran con grandes productores. Menos convincentes son el devaneo trap-pop de ‘How Deep is Too Deep’, que no es el nuevo ‘Bloom‘ sino que habla sobre una relación falta de compromiso; y la luminosidad synth-pop de ‘Tides’, que recuerda a la peor Alanis. La final ‘Brightest Blue’, con su sonido épico que admite grandes coros y un espectacular arreglo orquestal, al menos sí cierra el álbum con buen sabor de boca.
Sin que los interludios presentes en el CD1 de ‘Brightest Blue’ aporten demasiado, sorprende descubrir que el segundo también se abre con uno: ‘Overture’ funciona como intro orquestal hacia ‘Worry About Me’, pero su inclusión no tiene mucho sentido en líneas generales, ya que el CD2 apenas cuenta 5 pistas, todas son conocidas y no tienen mucha relación entre sí. Ninguna es especialmente digna de volver a ser escuchada: ‘Worry About Me’ con blackbear es otro corte de trap-pop sin mucho interés; ‘Close to Me’ con Diplo y Swae Lee tiene un estribillo horrendo y ‘Hate Me’ con Juice Wrld lo mismo. Apenas se salva ‘Slow Grenade’ con Lauv y porque sería un buen single de él. Nada más que objetar ante estas composiciones de streamings multimillonarios que Ellie ha debido de incluir en ‘Brightest Blue’ posiblemente a la fuerza, pero que tampoco pintaban nada en el disco «de verdad», mucho más interesante y prometedor de cara a lo que la artista pueda hacer pronto.
Calificación: 7/10 Lo mejor: ‘Start’, ‘Power’, ‘Love I’m Given’, ‘Woman’, ‘Flux’ Te gustará si te gusta: Halsey, Troye Sivan, Alessia Cara, FINNEAS Youtube:directo de ‘Start’ con serpentwithfeet
Taylor Swift anunció nuevo disco. Se titula ‘folklore’, sale esta noche y el pre-order ya está disponible en su página web. Es un disco de «canciones nuevas en las que he vertido mis deseos, sueños, miedos y ruminaciones». La edición física de ‘folklore’ contará con hasta 8 ediciones de lujo tanto para vinilo como para CD «porque este es (su) octavo álbum».
El sucesor de ‘Lover‘ es un trabajo realizado durante el confinamiento, como explica Taylor en una carta que acompaña al anuncio del disco, y para su misma sorpresa, pero que a su vez ha contado con la colaboración de algunos «héroes» de la cantante, entre los que se encuentran Bon Iver, co-autor de una de las 16 canciones que contiene el disco, en la que además hace coros, y Aaron Dessner de The National, co-autor de 11 de estas 16 nuevas composiciones. Jack Antonoff y William Bowery también han participado en el álbum.
Estética y títulos de las canciones de ‘folklore’, además de por supuesto su título, apuntan a un álbum eminentemente bucólico y por tanto a una vuelta de Taylor a sus raíces country después de los exitosos devaneos con el electropop de sus tres últimos lanzamientos. El vídeo de ‘cardigan’, dirigido por la propia Taylor, sale tonight.
01 the 1 02 cardigan 03 the last great american dynasty 04 exile (feat. bon iver) 05 my tears ricochet 06 mirrorball 07 seven 08 august 09 this is me trying 10 illicit affairs 12 invisible string 13 mad woman 14 epiphany 15 betty 16 peace 17 hoax 18 the lakes (bonus track)