Thursday, February 25, 2021

C. Tangana: «Para mí El Madrileño es el nombre del artista y del álbum y es lo único que me representa»

 

A las 14.30 Sony me cita en un hotel de Plaza de España para entrevistar a C. Tangana y con una organización propia de superestrella internacional, a las 14.30, como un reloj, estoy haciendo mi primera pregunta al artista en la 20ª planta. Está a punto de salir ‘El madrileño’, el disco del artista que contiene algunas de las mejores canciones de 2020, que le han dado al fin sus primeros números 1 en la lista de singles en España. Es un álbum entregado al estilo de sus múltiples colaboradores, que no son Bad Bunny ni J Balvin, sino Eliades Ochoa para combinar son cubano y un pelín de flamenco en ‘Muriendo de envidia’, Omar Apollo en un tema que mezcla corrido y R&B como es ‘Te olvidaste’ o la divertidísima rumba ‘Los tontos’ con Kiko Veneno en plan «hasta los tontos tenemos tope».

Una canción preciosa, aunque no un hit potencial, es la balada ‘Cuándo olvidaré’, que se ve irrumpida por un discurso del difunto Pepe Blanco en el que explica que él puede hacer de Frank Sinatra pero no al revés. Todas ellas se ven modernizadas por la producción de El Madrileño y Alizzz, aunque los cambios son más sutiles de lo que me esperaba. Escuchando este disco, me he acordado más que nada de la música que pegaba en los 90 en España, la cual podía ser ‘Mi tierra’ de Gloria Estefan, uno de los álbumes más vendidos de la historia de nuestro país, pese a proceder de Cuba y Miami; o hits como ‘Sin documentos’ de Los Rodríguez.

Puchito, que aparenta de cerca algo menos de su edad, 30 años, es una persona educada, pero algo dura de roer. El macarra que imaginabas o hemos visto salir alguna vez por aquí o por allá, ha empezado a desaparecer como la marca C. Tangana, en este momento un fantasma durante esta promoción. Pero se mantiene esa cierta distancia que siempre mantuvo con la prensa, pues nunca la necesitó de verdad para lograr el éxito, y para muestra sus dificultades para entrar en radio, lo cual desde luego no le quitó el sueño a la hora de firmar cosas como ‘Nunca estoy’ o ‘Demasiadas mujeres’ con un sample de Joselito.

Cuando toda esta conversación bajo estas líneas que vais a leer termina, Antón sí se muestra en una posición mucho más relajada, se ríe cuando le digo que si ahora no le importa el éxito es porque sabe que el número 1 en este país esta semana (y posiblemente muchas más) lo tiene asegurado, y se anima a hojear un libro que he editado sobre la música fundamental del siglo XXI y le mandé hace un par de semanas a su mánager, pues ‘Ídolo‘ sale en él. Se detiene concretamente en las páginas de ‘My Beautiful Dark Twisted Fantasy’ de Kanye West y, sorprendentemente, en discos como ‘Bloom’ de Beach House o ‘Kill for Love’ de Chromatics porque le recuerdan a viajes y experiencias vividas con sus amigos. Asegura que no va a echar de menos en dicho libro a Travis Scott en contra de lo que me temía. Si le preguntas si le puedes hacer una foto pasando las páginas, su respuesta es «por supuesto», lo cual no está mal teniendo en cuenta lo que debe de cobrar esta persona por posar con cualquier fruslería. Eso sí, no intentes llevar la conversación exactamente por donde tú querías.

Promocionas este disco como el mejor de tu carrera. A mí me parece el gran disco de pop-rock que no esperábamos de tu carrera, el mejor ya se verá… Pero a lo que a mí me ha recordado es al pop-rock que vendía 500.000 copias en España en los 90.
No sé si sería pop-rock, hay mucho de canción popular de España, que es fácil asociar ahí, pero no sé si hay tanto pop ni tanto rock. Hay mucha música de raíz, y desde luego la guitarra tiene un papel fundamental.

En cuanto al rock, el disco se cierra con las guitarras del tema de Calamaro, bien arriba.
Eso sí que es rock, es el único tema de rock del disco y el único que he hecho en mi vida. Nunca me hubiese creído que iba a hacer ese tema yo tampoco.

Ahora que tienes 30 años, ¿te ves asentado de esta manera en este sonido?
La gracia del disco es que aborda muchos géneros: tienes son cubano, tienes rumba, tienes bachata, tienes R&B, folk, puede que country en algún momento, tienes corrido mexicano… La esencia del disco es el viaje. Y es una esencia que permite muchos viajes distintos. A mí me gusta pero no sé qué voy a hacer en el futuro. No tengo ni idea, la verdad.

Estaba esto que decías de que con 33 años no te veías rapeando… Nadie sabe con los 30 qué va a hacer a los 40, pero parece que hay cosas que ya no te imaginas haciendo.
Sí, aunque el otro día volvió a mi cabeza la idea de que quiero hacerme un disco de rap.

Bueno, has dicho que ya está hecho.
Sí, está hecho.

Eso seguro que lo sacas de sorpresa, tipo mixtape.
No sé… (sonríe) (‘El Madrileño’) ha sido un camino muy largo, ha sido un embarazo de dos años, ha costado mucho traerlo hasta aquí. Nunca había llegado a ningún disco con tanta sensación de que era el final de algo. Porque encima no hay gira. Para mí es el redoble final… que es el principio del recorrido para el público, para que todo el mundo entienda toda la música. Esta visión la tenía ya desde el primer single, y ahora quiero que todo el mundo entienda todo como un cuerpo completo. Para mí es un lugar de llegada y no estoy pensando nada en el futuro.

¿El primer single lo consideras ‘Un veneno’?
El primer single para mí es ‘Nunca estoy’, con ‘Nunca estoy’ yo ya tenía el disco entero en la cabeza.

Pero ahora parece muy claro que ‘Un veneno’ es el punto de partida. Aunque en aquel momento solo lo entendiéramos como un single suelto. No sé cuánto podías saber que iba a ser el principio de algo de manera subrepticia.
‘Un veneno’ es el punto de partida. Lo que sabía es que pretendía ahondar por ahí. ‘Un veneno’ no fue tan exitoso, pero se mantuvo «steady», la gente a la que de verdad le gusta C. Tangana lo siguió escuchando. No sé si decir a los «verdaderos fans» por no faltar a los otros, pero es una canción que no necesitó estar en la radio ni estar súper pegada. Se mantuvo ahí porque la gente que me escucha habitualmente es de las que más consume. Las que van teniendo éxito suben, pero esta, los que se quedan… siempre la oyen. Era muy distinta y no sabía qué quería hacer, pero sí sabía que quería hacer una búsqueda. Siempre he hecho una búsqueda hacia lo más autóctono: Dellafuente, Niño de Elche, Rosalía… Luego tenía la apertura de viajar por el mundo, de entender la música latina, y ahí sí que investigué en la música latina, buscando la conexión con España, con Cuba… Todo este batiburrillo no sabía hacia dónde iba. Pero ya estaba en ‘Un veneno’, que fue la primera vez que ejecuté algo y me di cuenta de que tenía un sentido y de que tenía una gran canción. A partir de ahí abrí la vía para el disco.

«ESTE NO ES UN DISCO QUE SE PUEDA HACER SIN HABER VIVIDO TODA MI VIDA. ESA ES LA GRAN DIFERENCIA CON ‘BOOTY'»

Pero después estaba ‘Booty’, e incluso aquella canción de branded content para un ron cubano que te salió chula, y resulta que esa sí es del rollo de este disco.
Correcto: ‘Para repartir‘ (risas). Era una dirección. Este no es un disco que se pueda hacer sin haber vivido toda mi vida. Esa es la gran diferencia: ‘Booty’ es una gran canción, y aunque haya sido todo un éxito, es experimental. En el segundo verso cambia al patrón rítmico: ¿cuántas canciones que suenan en la radio cambian de patrón rítmico? Tiene mi voz editada, yo me he hecho un rap al uso. Es dura, es difícil y aun así es un hit, pero ese hit podía haberse hecho con 6 meses de preparación. Y este es un disco que necesita toda mi vida. Si no hubiese escuchado a Kiko Veneno de pequeño, si no entendiese a El Pescaílla, si no tuviese una idea de lo que significa la canción española respecto de lo folclórico… Si no hubiese hecho una indagación por Jorge Drexler, Chavela Vargas, Omara Portuondo… no hubiese podido llegar hasta este disco. Y luego lo que te decía del embarazo: el proceso de construirlo, que no sea un disco de una cosa ni de otra sino que sea todo…

He visto tu playlist de influencias, pero de la gente que hay en esa playlist o de aquella con la que has trabajado, ¿hay discos enteros que tengas como de cabecera? Porque la gente de tu generación ha tenido sus más y sus menos con el formato disco…
De Eliades Ochoa, que es un tío al que admiro muchísimo, hago una recopilación de sus canciones normalmente. Pero hay artistas que sí son de disco, como Calamaro, que sería ‘Honestidad brutal’. De Kiko Veneno no soy tanto de discos. ‘Échate un cantecito’ me parece la leche y ‘La familia pollo’ lo ponía mucho mi viejo en casa, pero él no es tanto de discos como de haber ido haciendo una reconstrucción. De Jorge Drexler, ‘Frontera’…

Quizá cuando te inspiras en el bolero, en lo tradicional, son más singles sueltos que salieron en 7″ en los 60 y cosas así.
Es que una cosa es la composición, hay discos muy de autor a los que salen esas obras que son completas y las agarras como juntas. Y luego otra es toda la gente que bebe de la música popular, que es de otro tipo: como en el flamenco, coges las letras, vas haciendo palos y es una conjunción. Pero cuando eres compositor, Jorge o Calamaro, ellos van al estudio, componen, cantan ellos, y salen discos más redondos. Pero respeto las dos cosas. ‘Honestidad brutal’ es el mayor ejemplo de un disco que me parece entero, de obra.

Jorge Drexler es también como gran productor, ¿no? Hace cosas muy chulas.
Y «Campy», con el que lleva trabajando muchos años también.

«ME HUBIERA GUSTADO TENER UNA GRAN VOZ O DOMINAR UN INSTRUMENTO. PERO NO. YO SOY PURA INTUICIÓN. TENGO OTRAS COSAS»

Cuando fuiste a OT, la gente se quedó con lo de «Hasta luego, Mari Carmen», y poca gente con lo bien que habías cantado. Perteneces a una generación en la que hay muchísimo playback, voces dobladas, etcétera, y creo que te pusiste en serio «voy a cantar bien» en Operación Triunfo.
(risas)

Y además sales en tu nuevo vídeo diciendo que te da envidia lo bien que toca Jorge Drexler, además de tocando tú mismo unas cositas. ¿Te pica cada vez más la técnica?
Siempre me ha picado porque nunca he tenido. Me hubiera gustado tener una gran voz o dominar bien un instrumento. Eso siempre lo he dicho. O haber tenido lenguaje de solfeo. Pero no lo tengo. Yo soy pura intuición. Tengo otras cosas. Siempre he tenido envidia a la técnica.

¿Lo ves como un rasgo de madurez, o crees que se puede perder cierta espontaneidad?
Creo que tú te has fijado ahora porque has atado cabos, pero siempre ha estado ahí. Yo siempre he dicho que ojalá mis conciertos tuvieran más de interpretación y menos de performance. Toda la vida lo he dicho. Desde el rap. Desde Crema. No es de este disco ni de la madurez. Siempre me ha dado envidia. Y siempre me ha sorprendido y he admirado a la gente que lo domina bien. Aunque creo que lo mío es otra cosa, no es el dominio de la técnica.

«CREO QUE ES ROSALÍA LA QUE TE TIENE QUE CONTAR MIS CRÉDITOS EN SU DISCO. PERO YA TE DIGO: ELLA, LA HOSTIA. Y EL GUINCHO, UN SUEÑO»

¿Qué hiciste exactamente en ‘El mal querer’? Estás en 8 canciones acreditado, y nunca he sabido muy bien si estás más en las melodías, en los beats, en alguna letra. ¿En qué canción crees que hicisteis más cosas juntos y podemos oírte más?
Para mí es un honor haber estado en la composición de ‘El mal querer’, pero creo que es Rosalía la que te tiene que contar de qué va su disco. A mí no me gustaría que alguien dentro de 2 años dijese cómo él piensa que se hizo mi disco. Yo del mío te cuento cómo y si te lo intenta contar otro le diré que se calle la boca. Y el de ella, que te lo cuente ella.

Cuando la entrevistamos a ella, fíjate que le preguntamos si ella había tenido algo que ver con ‘Mala mujer’, porque tenía un piano salsero y un punto más tradicional, que en ese momento asociábamos con ella. Y nos dijo algo como: «Antón y yo cambiamos ideas…», pero que no. Y no sé por qué muy bien este tema nunca ha salido.
Yo creo que sobre su disco le corresponde a ella decirlo. Y más si no ha contestado ella nunca.

Pero porque nadie se lo pregunta…
Yo no sé por qué es. Pero ya te digo: es la hostia. Y El Guincho, igual: un sueño.

En uno de los temas nuevos, ‘Te olvidaste’, pareces apelar al «hate» («que se mueran todos los hijos de puta / están hablando a mis espaldas para que caiga»). ¿Cuán lejos tienes que llegar en esta vida para que no te afecte el qué dirán y no sea un tema que tratar?
Para mí es una canción que puede ser la típica canción romántica «yo soy así y tú nunca me vas a cambiar». Pero también es una canción que siendo cabrón y maleducado, es una reivindicación de que cada uno es como es y al que no le guste que le den por el culo. Que se joda. No va tanto por el «hate» musical, va más «al que no le guste cómo soy, hay otra gente en el mundo que conocer, curiosa». Llevado a las relaciones de amor, es como cuando una persona intenta que el otro pueda ser de otra forma. Muy típico: enamorarte de una persona, y luego cuando estás con ella, eso que te enamoró ya no es. «Si a ti lo que te gustó es que yo fuera nosequé, ¿por qué ahora quieres que yo sea de otra forma?». Va de eso, más que del «hate», que siempre lo hay y siempre lo va a haber, convivimos con eso.

«ME PREOCUPA MÁS EL PUNTO DE LA LUBINA QUE EL LUGAR DEL RÁNKING. COMER ES MI PASIÓN PRINCIPAL, POR ENCIMA DEL SEXO Y DE LA MÚSICA»

El disco tiene un punto muy romántico, con frases como «me he cansado del primer puesto (…) las cosas que me importan se fueron contigo» en ‘Párteme la cara’ o lo de «si pierdo el talento me da igual» de ‘Muriendo de envidia’. Que además va muy bien con el estilo musical, tipo bolero.
Total, va con el lenguaje. Y eran cosas que me apetecía decir en un disco mío: «ya no quiero el primer puesto». Me parecía un mensaje guay y nuevo que dar. Es algo que me pasa habitualmente. Soy muy ambicioso, pero ya hay cosas que no me importan. Me preocupa más el punto de la lubina que en qué lugar del ránking me estás poniendo tú.

Eso es por el confinamiento…
¡Me he puesto cocinitas! Me gusta mucho comer, es mi pasión principal, por encima del sexo y de la música, y estoy un poco chef.

Pues a ver si vas al Celebrity.
(risas) ¿Masterchef, no?

«DESPUÉS DE ‘BOOTY’ TODO LO QUE NO ERA UN SUPERÉXITO PARECÍA UN FRACASO. HASTA QUE ME HE DICHO QUE YO ERA OTRO TIPO DE ARTISTA»

En la entrevista de Rockdelux decías que has tenido temas que no han triunfado, ¿a cuáles te referías?
No es que no hayan funcionado. Tengo un colega de siempre, Jerva, que tiene un grupo, Antifan. Son colegas, con Isidro juego al baloncesto todos los domingos. Son hermanos que llevamos toda la vida rapeando juntos, y cuando digo que no ha funcionado…

Sí, que para ellos siempre tienes buenos números. Ya lo has contado. Pero dime un tema tuyo del que esperaras mucho más éxito y te haya decepcionado.
Desde que salió ‘Booty’… piensa que cuando entras en la línea esa de eres un artista urbano que estás pegando temas a nivel mundial… Hay una parte artística, pero eres un artista urbano que estás pegando temas a nivel mundial. Y cuando estás ahí, todo lo que no sea un palo dentro de la industria y de ese mundillo -si no eres capaz de formarte como artista-, todo lo que no sea un superéxito, ya es un fracaso. Una vez que ya has tenido uno, todo lo que no sea un superéxito es un fracaso. Con esa lectura, desde ese punto de vista, muchísimos temas míos no han funcionado. Sobre todo si yo me quería interpretar desde ese prisma. Si yo era esa persona, no lo estaba haciendo bien. Pero entonces me he dicho: «espérate un momento, a ver si tú no eres esa persona y te estás haciendo un lío y tú lo que eres es un artista que está haciendo mazo de cosas, y además fíjate la vida que te estás dando». Y ahí es cuando vuelves a recolocarte y se te ocurre hacer otras cosas y valoras otras cosas.

Si me dices que esperabas 100 millones de views para ‘Ontás’, me matas.
No (risas) Ese está perfecto para haberlo hecho una tarde con Fabi. Pero por ejemplo, la colaboración con Natti Natasha… eso podía haber sido un hit de escala mundial. Pues… Se escucha un poco en Dominicana, un poco en México, un poco en Chile, un poco en Argentina… pero no es ‘Booty’.

«SÍ QUE CREO QUE HA SALIDO UN DISCO VANGUARDISTA CON UN PUNTO DE NUEVA CANCIÓN ESPAÑOLA»

Me ha gustado mucho el disco, pero creo que empezando con ‘Demasiadas mujeres’, que ya has explicado que es como el inicio de un viaje, de coger un avión desde Madrid y hacia el mundo, la gente puede esperar otra cosa. Puede dar la idea de que el disco va a ser más underground, de que van a salir más esas bases, más electrónico… en lugar de remitir tanto al pop en español. No sé si esto ha sido un debate entre Alizzz y tú, el hacerlo más españolete, más orgánico o más underground.
Sigue teniendo cosas modernas a nivel producción todo el disco, pero hay que estar metido en el género, porque sí que luego se vuelve más orgánico. Por ejemplo, si escuchas el corrido mexicano tiene un toque experimental que lo aleja de las playlists de corridos. El tema de Calamaro, el arreglo es complicado, hay una mitad sin toda la batería, que es raro para un tema de rock. Está el tratamiento de las voces, trabajar sobre un pad en vez de trabajar sobre la guitarra para los estribillos… Creo que podía haber más producción o más agarrotamiento, pero la produccion ha estado al servicio de las canciones. Sí que creo que ha salido un disco vanguardista, no son puras reminiscencias de estilos. Sí que tiene un punto de canción española, de una nueva canción española.

Hay detallitos en todas las canciones, pero no me parecía que buscaras un disco vanguardista.
Para mí sí. Si tú escuchas Jose Feliciano, ‘Un veneno’ no suena a Jose Feliciano. Mi idea era reivindicar cosas pero desde un punto de vista actual. Que fuese un disco que sonase a hoy en día. A lo mejor no lo he conseguido. Al haber metido tanta raíz, tanta cosa orgánica, a ti te falla para que fuera vanguardista. Te hubiera pedido más. A lo mejor. Cuando lo miremos con un poco de tiempo… Pero creo que todos los temas están mirando al futuro.

«EN EL DISCO NO PONE C. TANGANA, NI EN NINGÚN LADO DE LA PROMO. CADA VEZ QUE PONE C. TANGANA PIDO QUE LO BORREN. SOLO PONE EL MADRILEÑO»

En ‘Cambia’ hablas de sacarte el vestido de Puchi (Puchito). No sé si te estás quitando un personaje de encima, o eres el C. Tangana que conocimos… El Madrileño iba a ser tu nombre, pero al final no.
Sí, sí, El Madrileño es el nombre del proyecto.

No es tu firma.
¿No es mi firma…? En el disco no pone C. Tangana, ni en ningún lado de la promo. Cada vez que pone C. Tangana pido que lo borren. Solo pone El Madrileño.

Pero no lo borras de Spotify y todo eso, porque ahí tendrías que empezar de cero. Ahí el disco es de C. Tangana.
No me importaría por los números. Si es un reto, me propongo quitar C. Tangana y dejar El Madrileño. Se le va a caer el pelo a esta gente de aquí (NdE: risas de la gente de Sony presente). Si me estás poniendo como que si no me atrevo… (risas)

Por mí no lo hagas que me haces un destrozo en mi Tidal.
Está bien reivindicar El Madrileño y que C. Tangana también esté ahí, porque C. Tangana también ha sido… Pero ahora mismo para mí El Madrileño es el nombre del artista y del álbum y es lo único que me representa.

¿Por qué? ¿Tiene algo de malo C. Tangana? También tiene canciones que muestran cierta debilidad…
Porque sí. Porque lo que se queda quieto se muere, y no me gusta pensar que me he muerto. Siempre estoy intentando ir a por el siguiente movimiento.

«ESTOY DESEANDO QUE LA GENTE JOVEN ME SORPRENDA Y HAGA ALGO DIFERENTE, PERO DE MOMENTO…»

¿Qué crees que va a pasar en los próximos años con la música antes llamada urbana, trap…? Creo que tiene que pasar algo ya pronto que nos toque las narices a la gente. Que nos descoloque como pasó con aquello. Tú estás haciendo un disco que no tiene nada que ver con eso. Me parece muy significativo para lo que es un movimiento cultural…
Eres el primero que lo dice. Todavía la gente me mete en el mismo catálogo. Habiendo escuchado el disco.

Huele a que la gente con inquietudes va a pasar pronto a otra cosa. Y que van a salir más cosas, que nos descoloquen tanto como PXXR GVNG.
Ojalá que suceda. Estoy deseando que la gente joven me sorprenda y haga algo diferente, pero de momento…

Drake, antes era una referencia para ti. Me pregunto si tienes muchas ganas de oír su disco. Porque yo no.
(risas) Pues viendo los adelantos, creo que no mucho. No, creo que no… Pero me gustará el disco de Drake, porque escribe de puta madre, lo habrá compuesto con «PARTY» (PARTYNEXTDOOR), y está toda la gente buena ahí… y él es muy bueno, pero sí que me falta algo. Y es lo que he intentado hacer yo con el disco, proponer algo distinto.

Tuesday, February 23, 2021

Disco de la Semana: C. Tangana y Calamaro generan amor y odio en ‘Hong Kong’


Este viernes 26 de febrero llega al mercado el nuevo disco de C. Tangana, ‘El madrileño’, que va a ser nuestro «Disco de la Semana». Y esta vez sí habrá edición física, e incluso Puchito ha estado firmando algunas copias para su venta en algunos grandes almacenes.

Como por todos es sabido a estas alturas, el disco ha venido precedido de 4 singles, 3 de los cuales aparecieron empatados en el número 1 de nuestra lista de mejores canciones de 2020. Hemos conocido después ‘Comerte entera’ y también conocemos ‘Un veneno’, solo que ahora aparece en el álbum en una mezcla diferente con José Feliciano. El single principal de ‘El madrileño’ tiene toda la pinta de seguir siendo durante unos cuantos meses más ‘Tú me dejaste de querer‘, pues la canción continúa en el puesto 3 de las más populares en España oficialmente y además ha llegado a ser número 1 de Los 40 Principales, con todo el sudor que al artista le suele costar entrar en radiofórmula. Pero aun así esta noche han llegado nuevas canciones al mercado.

Ya el listado de colaboraciones, con Kiko Veneno, Gypsy Kings y Elíades Ochoa, avanzaba que estaríamos ante un disco españolete, latino y tradicional y estos temas apuntan en ese sentido. ‘Nominao’ es un corte que surgió con Jorge Drexler en los Latin Grammy de 2020, versando sobre alguien que está fuera de lugar en dicha fiesta, sobre una sencilla línea de guitarra y cierta aproximación al R&B.

La polémica es mayor con ‘Hong Kong’ con Calamaro, un tema que divide tanto como lo han hecho en distintos puntos de su carrera los dos protagonistas. Puro amor/odio marca de la casa y nuestra «Canción del Día». En el vídeo producido por Little Spain, Andrés llega al lugar donde ensayan Drexler y Antón, y arrasa, llevándose desde ese momento todo el foco para bien o para mal. Se toca los huevos, toca la batería, le regala unos versos a C. Tangana… Ambos hablan en ‘Hong Kong’ de beber «hasta el agua de los floreros», de cenar «perico con navaja». La historia de salir a por tabaco y «volver sin tabaco ni mechero» es un poco más Rodríguez y explota.

El estribillo pasa de lo sórdido y arrogante a lo icónico, recordable como una canción infantil, solo que esta viene más colocada: «Tengo en el flor en el culo y un camello en Hong-Kong / tengo un cohete en el pantalón», frase esta última que también está generando críticas, si bien no es más que una referencia a la canción ‘Mil Horas’ de la banda argentina Los Abuelos De La Nada, de la cual formó parte Andrés Calamaro. También aparece este en esta minipelícula cantando ‘Jugo de tomate’ de Manal. Un tema, pues, que va tomando sentido creciéndose a guitarrazos y cerrando también ‘El madrileño’, en busca de lo épico.




Tracklist:
1 – Demasiadas mujeres
2 – Tu me dejaste de querer ft. La Húngara Ninño de Elche
3 – Comerte entera ft. Toquinho
4 – Nunca Estoy
5 – Parteme la cara ft. Ed Maverick
6 – Ingobernable ft. Gypsy Kings
7 – Nominao ft. Jorge Drexlere
8 – Un veneno G-Mix ft. José Feliciano
9 – Te olvidaste ft. Omar Apollo
10 – Muriendo de envidia ft. Elíades Ochoa
11 – CAMBIA! ft. Carín León Adriel Favela
12 – Cuándo olvidaré ft. Pepe Blanco
13 – Los tontos ft. Kiko Veneno
14 – Hong Kong ft. Andrés Calamaro

Saturday, February 20, 2021

No hubo euforia: desangelada victoria de ‘Voy a quedarme’ para Eurovisión


No ha durado 3 horas ni ha terminado a las 2 de la mañana, como a RTVE le gusta. Eso es lo mejor que puede decirse de ‘Destino Eurovisión’, que en nuestro foro del festival, desierto y exento de cualquier tipo de hype en una noche de final nacional, nada menos, el usuario Svampita describía así: «Siguen el guión de la gala del 2001, más o menos». «Parece un festival en TV Almansa», añadía Oscar. Por lo demás, la final noruega parecía acaparar más interés.

A Blas Cantó, en televisión, da gusto verle: es guapo, parece buena gente, mira a cámara todo el rato, reprime las ganas de llorar hablando de la muerte de su padre en 2020 por cáncer y de su abuela por covid-19, y se termina de romper con las compañeras con las que intentó ir a Eurovisión Junior 2004 cuando era pequeño. Es un amor, y para muestra la intervención de Yolanda Ramos, llorando por él. «¡No sufras!», le repetía una y otra vez, «pase lo que pase», mientras uno pensaba en tatuarse el «tip». Otro tema es lo de esas canciones aspirantes a ir al certamen, que sí, son mejores que ‘Universo’ porque tal cosa no es que fuera muy difícil, pero no han inspirado la más mínima emoción en nadie con un mínimo de sentido de siglo XXI.

El artista arrancó el programa con un popurrí del festival, acompañado de una serie de bailarines y coristas que se echaron de menos en sus desangeladas actuaciones. ‘Voy a quedarme’ comenzó a capella y logró captar cierta atención, desde el principio se planteaba como favorita. No había mucho misterio: tenía más streamings en Spoti, Vanesa Martín afirmó sin rubor que la prefería, a Blas le recuerda a los que en su vida ya no están. Y ‘Memoria’ era como la hermana fea de ‘Euphoria’. Hasta Beatriz Luengo, elogiándola, las comparó. La terminaba de hundir ese técnico oculto detrás de una columna que parecía que iba a dar una sorpresa escénica, pero no. Nada pasó. Ganó ‘Voy a quedarme’, como se venía anticipando toda la noche.

Cuestionada por un grave error en los rótulos que animaban el televoto, RTVE fue capaz de organizar, de manera insólita, mejores actuaciones que las ideadas para representar a España en Eurovisión. Se invitó a una serie de cantantes amigos y colaboradores de Blas Cantó, con parte de la audiencia reivindicando a Nia como representante de 2022. ‘Lucía’ de Serrat continúa siendo un temazo, la versión del clásico de Salvador Sobral fue emocionante pese al programado speech inicial y la versión de Queen junto a Edurne fue un dechado de energía.

Una noche, pues, para alimentar los rumores de que RTVE no quiere celebrar Eurovisión, cuando las actuaciones de las canciones candidatas son las más austeras, baratas y tristes de ver de toda la noche; por mucho que después se intentara vender un exacerbado optimismo, en contradicción, simplemente imposible para este 2021: «Eurovisión vuelve con más fuerza que nunca», dijo uno. «Nos vemos en Rotterdam», añadía otro. Ya veremos si el festival no ha de celebrarse de manera telemática, aunque al menos este año se garantiza el certamen, a diferencia de la holgazanería vista el año pasado.

¿Te ha gustado 'Voy a quedarme'?

Ver resultados



Tuesday, February 16, 2021

Dua Lipa / Future Nostalgia (The Moonlight Edition)

 


Tropezón en el camino hacia la dominación mundial que tenía Dua Lipa hasta 2022, gira de presentación incluida. La cantante pudo hacer el mejor disco de 2020 y complementarlo con una interesante sesión de remezclas de The Blessed Madonna que estamos deseando ver replicada en un Paraíso Festival o en un Sónar. Pero la reedición que ha salido a la venta esta semana es mucho menos atractiva. Suena como todo lo que evitaba sonar ‘Club Future Nostalgia‘: desesperada cual Marta Sánchez. Uno imaginaba un arsenal de caras B y descartes de ‘Future Nostalgia‘ de lo más rescatable, como la eufórica e infravalorada ‘Love Is Religion’. Y lo que aquí aparece en cambio son canciones a medio cocer y producciones ajenas al concepto original del disco encajadas con calzador.

El single ‘We’re Good’ empieza con un atractivo ritmo jamaicano que no pega demasiado con las intenciones disco del álbum original, pero lo peor es que luego se pervierte entre guitarras eléctricas, referencias a la cocaína y un estribillo bastante feísta. Es una pena que se haya realizado un vídeo para esta canción en lugar de para la explosiva ‘Love Again’, que morirá olvidada, aparentemente. ‘If It Ain’t Me’ no tiene el gancho del reciente hit casi homónimo de Selena Gomez y Kygo, ofreciendo nada excepto muchas ganas de oír ‘Loba’ de Shakira: parece la maqueta que llevó a desarrollar ‘Don’t Start Now’. ‘Not My Problem’ con JID suena aún más inacabada, y la única producción que luce medio pasable es ‘That Kind of Woman’, si bien como medio tiempo electro es algo holgazana.

Peor aún, el disco incluye una serie de bonus tracks con el único objetivo de que ‘Future Nostalgia’ dure en las listas un año o dos más, sumando puntos de streaming. ‘Prisoner’ llega aquí cuando ya estamos hartos de ella (no, no es ‘Midnight Sky’), y ansiamos realmente un single nuevo del álbum de Miley Cyrus. Es además un tema algo rock, por lo que la colaboración que realmente habría pegado en esta reedición era ‘Real Groove’ de Kylie Minogue… si Dua Lipa se hubiera molestado en cantarla. Ni entusiasma ni molesta ‘Fever’ con Angèle, y lo segundo no podemos decirlo de DaBaby en ‘Levitating’: ni una sola de sus frases tiene la mitad de gracia que Missy Elliott pidiéndote que «le comas las tetas como Betty Boo» en el remix anterior de la canción. ¿»Ponte al día, ponle un poco de queso», en serio? Qué mal gusto tiene la persona o el algoritmo que programa Today’s Top Hits. Con el macroéxito ‘Un día (One Day)’ con J Balvin, Bad Bunny y Tainy acercándose a los 400 millones de reproducciones en Spotify, como único reclamo realmente interesante de esta ‘Moonlight Edition’, mejor hazte con una copia del disco original, no vaya a desaparecer por imperactivos del mercado.

Calificación: 6/10
Lo mejor: las 11 canciones originales
Te gustará si te gustan: los discos cuanto más largos, mejor, aunque el concepto original se pervierta
Youtube: ‘Un día (One Day)’


Friday, February 12, 2021

‘Ya no siento nada’ puede ser la mejor canción de Alizzz en solitario

 


Alizzz estrena hoy viernes su tercer single en solitario después de ‘Todo me sabe a poco’ y ‘El encuentro’ con Amaia. A espera de que anuncie algún tipo de proyecto mayor que ponga todos estos temas en contexto, y cuando quedan unas pocas semanas para que vea la luz ‘El Madrileño’ de C. Tangana, disco que ha producido, el cantante, compositor y productor de Barcelona vuelve a acertar con un tema estupendo que es hoy la «Canción Del Día» en nuestro site.

Más cercano a las texturas de post-punk ochentero de ‘Todo me sabe a poco’ que a las más sintéticas de ‘El encuentro’, pero de base rítmica casi tan animada como la del segundo, ‘Ya no siento nada’ es un tema desesperado, que puede recordar a Franz Ferdinand tanto como a Suicide, a Interpol tanto como a Joy Division, y que se sirve de guitarras y voces distorsionadas que apuntan a Sleigh Bells para crear un mundo triste, gris y distópico en el que Cristian huye de algo sin rumbo. «La huida es algo sobre lo que me gusta recrearme», cuenta el artista en nota de prensa. «Escapar significa no afrontar la realidad o dejarla en standby para más tarde. Todos sabemos que no es solución para nada, pero todos lo hacemos constantemente. Bloquear emociones y correr para delante. Hay algo de poesía en las burbujas o realidades alternativas que creamos, incluso en la hostia que nos espera cuando la ilusión se derrumba».

El vídeo de ‘Ya no siento nada’ ha sido producido por Little Spain y dirigido por Mariano Schoendorff, que explica su concepto de la siguiente manera: «La idea era situar a Alizzz en un lugar donde sentir algo fuese un privilegio inalcanzable, y castigado. “Ya No Siento Nada” narra la historia de un personaje alienado por el mundo que le rodea. Un personaje que vive drogado, dormido, y que sigue las pautas establecidas por la sociedad en la que vive – sin ser capaz ni tener el permiso para sentir nada. Hasta que un día una compañera de la fábrica en la que trabaja (Inés Coca) le despierta y le guía hacia una posible libertad – donde quizás sí esté permitido y se pueda sentir. Lo único es, que tal y como dice la canción, haga lo que haga, tome lo que tome, Alizzz ya no puede sentir nada, y convierte la búsqueda de ese último tiro en un ideal inalcanzable, con un final trágico».


Tuesday, February 9, 2021

«Un año así prácticamente te aboca a la separación»

 


Avanza 2021, y el futuro de la industria musical continúa siendo incierto debido a la pandemia. Tras la cancelación (o el aplazamiento) de Glastonbury y de Coachella, no sería difícil que todos los festivales internacionales siguieran, desgraciadamente, una suerte similar. Siguen celebrándose conciertos de formato reducido, y hace poco hemos visto agotar entradas a Maria Arnal y Maika Makovski en cuestión de horas, pero son eventos extremadamente aislados. Son muchos los artistas que depende hacer decenas de directos (no uno suelto) para sobrevivir, solo unos privilegiados pueden hacerlo en base a lo que generan por derechos de autor, y son muchos los de mediano tamaño que es fácil imaginar a punto de tirar la toalla. Es duro de asumir, pero cuando todo esto acabe, muchos no habrán podido esperar 1 o 2 años sin ingresos, sobre todo los artistas que estuvieran en una circunstancia más precaria o en crecimiento.

Hace poco Presumido, dúo favorito de los fieles al synth-pop, ha anunciado su separación y aunque esta obedece a razones «100% creativas», uno se pregunta cuáles de los grupos en esto por amor al arte pueden ser los siguientes. Manu de Rusos Blancos es muy honesto al respecto, reconociendo que 2020 «ha sido un año terrible, perdido a todos los niveles». Indica: «Tal y como dices, para grupos con la edad que nosotros tenemos y en la situación en la que nos encontramos, un año así (y lo que queda), casi te aboca a la separación. No solo porque pierdes toda la inercia de tocar, o incluso por la apatía generalizada que podemos estar sufriendo todos, sino también porque cabe esperar que cuando se vuelva a una cierta normalidad, los carteles van a estar copados por grupos más destacados que necesitarán girar después del parón». Finalmente, se consuela: «no hemos sacado un disco justo antes o durante la pandemia, tiene que haber sido muy desalentador para los que les haya pasado».

Entre estos, Varry Brava, uno de los grupos más afectados, pues el lanzamiento de su nuevo disco ‘Hortera’ coincidía de lleno con el confinamiento duro. Tuvieron que retrasarlo, pero no han podido presentarlo en vivo como pensaban. Vicen Illescas lo recuerda y habla de las terribles consecuencias económicas para su personal de gira, lo cual también les ha afectado en las decisiones artísticas: «2020 ha sido intentar asimilar la realidad: que no podemos hacer conciertos como solíamos, reducir el staff al 75% y contar con la gente mínima, ya que se han visto afectados los cachés habituales. Hemos hecho cambios en el escenario, y solo estamos 3. Teníamos que tirar como fuera. Ha habido momentos de incertidumbre, que genera un poquito de ansiedad, de estrés. Vas viendo que la gente se va acostumbrando y chapeau por todos los que se han animado a vernos y han confiado en que la cultura es segura, porque está más que demostrado. Hemos salvado los muebles, pese a la reducción considerable en facturación y el número de conciertos. Si un año normal hacemos entre 50 y 60 conciertos de media, pues el número ahora ha sido 25 o 30 conciertos. Visto lo visto no nos podemos quejar, pero se nota».

De la bajada de cachés también habla Manu de Rusos Blancos, anunciando que afectará al futuro: «Habrá un bajón generalizado de cachés, que a grupos como nosotros directamente les puede suponer tener que elegir entre tocar perdiendo dinero o no tocar. En definitiva, volver a los tiempos más precarios de cuando empezábamos, solo que con 15 años más, más cansados y con más responsabilidades en el día a día. Así, sí conocemos varios grupos que van a desaparecer con esto. Imagino que para formatos individuales será más fácil sobrevivir».

Rusos Blancos: «Conocemos varios grupos que van a desaparecer con esto».

Con otra posición en el mercado y pese a que pensaban dedicar 2020 a grabar, Dorian también se han visto afectados. Incluso en años dedicados a grabar, para ellos es normal hacer unos 20 conciertos. Que en 2020 se han reducido a 6. Cuenta Marc Gili: «El motivo principal es que nosotros solo salimos a tocar si las condiciones permiten que todo nuestro staff pueda trabajar. Estamos todos en el mismo barco, somos como una familia. Por desgracia en 2020 el reajuste en los aforos se llevó por delante la mayoría de los presupuestos, reduciéndolos muchísimo, y las posibilidades de hacer un buen espectáculo fueron escasas. Por lo tanto, caída drástica de ingresos, en efecto».

Miss Caffeina: «Los acústicos fueron muy especiales por las circunstancias, pero económicamente fue muy poco rentable. No exagero si te digo que casi fue lo comido por lo servido»

Miss Caffeina cancelaron sus planes de realizar la segunda parte de la gira de presentación de ‘Oh Long Johnson‘ y se embarcaron en una gira de 24 conciertos de aforo reducido, sentados y con mascarilla, un poco por amor al arte, pues no ingresaron dinero. Su cantante Alberto Jiménez explica sobre su adaptación al formato acústico del verano pasado: «Los conciertos fueron muy especiales por las circunstancias y por el rollo de seguir haciendo música en medio del apocalipsis, pero económicamente fue muy poco rentable, una cosa bastante absurda. Ridícula. Nos alegramos de haberla hecho por lo que significó y lo que disfrutamos pero tuvimos que reducir el equipo técnico al mínimo y tener que viajar como lo hacíamos al principio de nuestra carrera. No exagero si te digo que casi fue lo comido por lo servido».

También ha sido un año difícil para Zahara, que ha tenido que tirar de ahorros, y ha visto a mucha gente dejar la música: «Tenía todos los festivales de verano y pensábamos cerrar la gira con una vuelta a los teatros. Todo eso se cayó. No di un solo concierto durante el confinamiento y mis ingresos se redujeron a lo que generaba mi discográfica: royalties de mi propio sello que van a mi empresa, es decir, en principio no dispongo de ese dinero para mis gastos personales; y derechos de autor y lo que tenía ahorrado. Gracias a eso he podido mantenerme con cierta tranquilidad. La industria musical nos ha obligado a vivir prácticamente de los directos y esta pandemia ha evidenciado las enormes carencias del sistema y lo abandonados que estamos. Tengo amigos que dependían exclusivamente de sus giras para pagar sus casas, sus vidas…. y muchos han tenido que dejar la música».

Zahara: «La industria musical nos ha obligado a vivir prácticamente de los directos y esta pandemia ha evidenciado las enormes carencias del sistema»

De alguna manera, se considera salvada, en gran medida, por haber montado su propio sello, con los riesgos que conlleva. «En ese sentido, el haber asumido el riesgo en su momento y montar mi sello, el haber invertido cada euro que he ganado en mi música y el tener el control absoluto de mi negocio me ha permitido poder vivir de él. Esto es muy bestia si lo piensas. He conseguido estar estos meses viviendo de lo que mis canciones generan. Eso sí. Solo he podido vivir, que ojo, tal y como están las cosas, no es poco, pero el ser la dueña de mi propia empresa significa, en mi caso, que todo lo que genero me lo gasto en producir mi siguiente trabajo». Al margen del «viaje emocional tan duro» que ha sido componer, producir y grabar en la pandemia, reconoce el perjuicio económico de no poder hacer conciertos. «Tuve una caída brutal de ingresos. No sé cómo explicártelo. Estamos hablando de un año entero lleno de conciertos y proyectos que se esfumó. Puede que más del 80% de lo que iba a generar este año».

Un porcentaje en el que también coinciden de manera clavada Delaporte, que acaban de tener que retrasar la fecha de la gran presentación de su disco ‘Las montañas’ en Madrid un año, de febrero de 2021 a febrero de 2022. Nos indica Sergio: «2020 económicamente ha sido una ruina, como imagino que para muchísimos grupos considerando que nuestra principal fuente de ingresos son los directos y los patrocinios. De directos no ha habido casi nada y las marcas han tenido los presupuestos cerrados y los siguen teniendo. Los ingresos han caído un 75% e incluso un 80%. Se han quedado en lo poco que puede llegar de reproducción por streaming y los derechos de autor, que cuando llegan sí que dan un poquito de respiro. O a lo mejor aire, como mucho… pero vamos, que muy mal».

Delaporte: «Los ingresos han caído un 75% e incluso un 80% (…) Esto ha afectado muy negativamente a nuestro desarrollo»

Sobre todo porque nadie sabe qué va a pasar con 2021, como indica Paola Rivero de Cariño. «Afrontamos el año de manera un poco rara. 2020 termina de manera un poco extraña y 2021 es incertidumbre sobre qué va a pasar. Lo mejor es hacer planes semana a semana, muy a corto plazo, y hacer el disco: son las cosas con que podemos contar. El resto es volátil, se puede caer bastante. Tenemos la esperanza puesta en la vacuna y en que se la ponga todo el mundo para poder ir a los festivales a bailar, a cantar, morrear, todo eso». También sugiere «casarse», visto lo que ha sido pasar el confinamiento.

Sandra de Delaporte reconoce su decepción por el curso de los acontecimientos en 2020 pero invita a «reciclarse y reinventarse». «Llegó enero y teníamos la esperanza de que la vacuna iba a salvar el año y que iba a ser mejor que 2020. Todos teníamos en la cabeza: «con un año de castigo ya está, vamos a por el siguiente». Y para nada va a ser así. No sé si igual de malo. Nos ha desesperanzado. Para seguir adelante haces proyectos, de los pocos ingresos de autores o de cositas, de ahorros de la gira 2019… Lo intentas usar para reciclarte, sacar cosas nuevas, damos una vuelta a canciones del disco, estamos en un proyecto de apoyo a mujeres en la industria, tienes la cabeza ocupada en cosas que ilusionan… Pero somos pesimistas a medio plazo. Esperamos que a finales de año mejore. Si no, habrá que tomar otro tipo de medidas. La industria está en situación muy precaria. Siento que mi mensaje sea pesimista, pero esto ha afectado muy negativamente a nuestro desarrollo. Pero bueno, hay que reciclarse y reinventarse. Siempre con fuerza e ilusión».

Carolina Durante: «Con nosotros no va hacer acústicos porque es absurdo»

Diego, cantante de Carolina Durante, tampoco tiene muchas ganas de pensar en el largo plazo, aunque técnicamente tocan en el Wizink Center de Madrid en diciembre de 2021. Quién sabe, quizá sea posible: «Prefiero no esperar demasiado en lo que a conciertos se refiere. Si esperamos que los conciertos sean normales para septiembre, y luego no podemos dar conciertos normales, se da la decepción. Espero que saquemos el disco y que tenga éxito». Diego habla de cierta adaptación, pero no considera los acústicos como una posibilidad para su banda por su estilo: «Nos vamos a adaptar porque vamos a cobrar menos pasta, básicamente, pero con nosotros no va demasiado hacer acústicos porque es absurdo. Iremos en furgo más pequeña, cobraremos menos pasta, etcétera».

Marc de Dorian se muestra optimista sobre el futuro inminente. Cree que no se van a dar los conciertos tal y como los conocíamos este verano pero habrá otras cosas: «2021 será un año puente. Por un lado todo el mundo en la industria da por hecho que no se celebrarán eventos masivos ni grandes giras. Sin embargo, todo apunta a que se organizarán conciertos que multiplicarán por dos o incluso por tres los aforos permitidos el año pasado. En estos momentos tenemos muchas ofertas sobre la mesa que van en esa línea, y estamos escogiendo qué ruta haremos. Lo que peor veo es el clubbing. No sé cuándo podremos volver a bailar y a pinchar libremente en una pista de baile».

Dorian: «Este año se organizarán conciertos que multiplicarán por dos o incluso por tres los aforos permitidos el año pasado»

Alberto de Miss Caffeina espera poder tocar efectivamente este verano con algo más de aforo, si bien reconoce que el próximo álbum de la banda ya no se plantea de la misma manera: «Nosotros hemos decidido trabajar de la forma inversa esta vez. Antes sacábamos un disco y de él se iban desprendiendo singles, pero esta vez lo vamos a hacer al contrario. Iremos lanzando singles que luego conformarán un disco a final de año o a principios del siguiente. Es una manera de trabajar que nunca nos ha llamado la atención en el pasado, pero creemos que es el momento ideal, y al ser ya el 5º disco nos apetece hacerlo de una manera diferente».

Manu de Rusos Blancos habla de un retraso de un año, si no dos, en sus planes: «Nosotros teníamos pensado grabar disco este año, para editarlo a finales y poder tocarlo ya a lo largo de 2022. Ahora con todo esto, como poco tendremos que pararlo un año, si no dos. Sacaremos las canciones igualmente si nos apetece vernos y encontramos tiempo para ello, pero si pensáramos el grupo como un proyecto, no sé si para un grupo como nosotros tiene mucho sentido sacar nada después de un parón tan largo, o si habrá nadie esperándolo para entonces. Por último, también hemos sufrido, al menos yo, un gran bloqueo creativo con todo esto. No se me ocurre nada ni medio interesante, y eso genera una ansiedad muy incómoda también». Casi lo mismo que nos dice Diego de Carolina Durante: «Sacar un disco y no poder hacerlo en directo afecta, como afecta a la composición de las propias canciones. Afecta más a la hora de escribir que otra cosa».

Rusos Blancos: «No sé si para un grupo como nosotros tiene mucho sentido sacar nada después de un parón tan largo, o si habrá nadie esperándolo para entonces»

Zahara tampoco sabe muy bien qué le depara 2021 y 2022: «Lo peor es no saber si se podrán realizar los planes que estamos imaginando. Es horrible la incertidumbre. Podemos estar montando todo esto para que se vuelva a caer, como ya nos pasó el año pasado. Quizá ahora ya cuento con todo eso, con la posibilidad de que nada surja. Pero sinceramente, ojalá poder tocar. Me muero por tocar las canciones nuevas en directo e intentaré hacerlo muy fuerte, pero no de cualquier manera. Eso también lo sé». Sobre alternativas, la cantante reconoce que lo de ofrecer conciertos en streaming «no le mata». «No hice ninguno en el confinamiento y estoy esperando a que sea la única manera posible de tocar para hacerlo. Es decir si ya está, si la vida es así, pues vamos. Habrá que hacerlo, pero siento que no son conciertos. Son otra cosa y no la quiero ahora mismo. No digo que no vaya a hacer, pero mientras pueda, prefiero evitarlo».

Por otro lado, ya ha emprendido su propia manera de reciclarse: «Mi oficina y yo tenemos muchas ideas alternativas por si todo falla. Pero claro, en nuestra cabeza está el sueño ideal de que se supere esto, o que la gente se vacune, o que haya medidas que se puedan llevar a cabo sin perjudicar los aforos o a la gente y entonces tocar y ser felices y reír a muerte porque es lo que más nos gusta de nuestro trabajo. Me encanta ver que las salas, los promotores… se están organizando y probando cosas. Yo estoy creativa artísticamente. Es decir, puedo intentar hacer más cosas como controlar las luces desde el escenario, como hago en _juno, o podemos volver a los orígenes y que los conciertos vuelvan a ser simplemente unas personas sobre el escenario y olvidarnos de la puesta en escena. Pero no estoy creativa logísticamente. Siempre he estado pendiente de eso, pero ahora no me da la cabeza para más. Creo que hay gente muy buena pensando en ideas y tanteándolas ya, así que me fío de ellas».

Varry Brava: «Entendemos que esto es pasajero, hay que mantener la calma y ser positivo»

En Varry Brava, Aaron indica que seguirán «haciendo música» y «enseñando canciones» de la mejor manera posible, mientras están atentos a nuevas tecnologías. «Queremos seguir estando al día, componiendo y grabando, seguramente sea en lo que nos vamos a volcar. Hay movidas nuevas, como Twitch y ClubHouse, plataformas que llevan la música y la creación por otro lado, de momento no están muy enfocadas en los creadores, pero no nos negamos a nada». Su compañero, Óscar, mantiene la fe: «Nosotros como colegas que somos, hemos estado hablando todo esto y entendemos que es pasajero, hay que mantener calma y ser positivo. Seguimos con la idea de presentar ‘Hortera’ en gira como se merece, esperemos que sea en primavera-verano, si las circunstancias lo permiten, si no más adelante».

Finalmente, Marc de Dorian da unas cuantas ideas sobre cómo sobrevivir a la pandemia como músico: «Potenciar mucho el área de merchandising para obtener ingresos. Hacer muchos diseños y venderlos en tiradas cortas, de tal modo que el tráfico y en interés por lo que saques esté muy vivo en tus seguidores. Aprovechar para mejorar tus conocimientos en producción musical o con tu instrumento –es decir, dedicar tiempo a mejorar tus habilidades como profesional–, para que cuando el mundo se ponga en marcha de nuevo estés en el nivel más alto posible. Lanzar canciones cuyos vídeos se apoyen más en buenas ideas que en presupuestos holgados, producir canciones o discos para otros artistas, estudiar derecho aplicado a la industria musical para que nadie pueda tomarte el pelo como artista…»